El acto de frotar mutuamente los penes es una deliciosa forma de comunicación sexual con tu chica, claro está que las dos pollas tienen que estar bien duras y en su punto para poder sentir placer. La primera vez que lo hice fue con una chica que contraté por internet, me presenté en su casa y cuando abrió la puerta solo vi a una chica alta y morena en ropa interior sexi, entré y me condujo a una habitación privada donde después de hablar un rato nos pusimos en la acción. Primero me desvestí y ella recostada le pude ver como mientras yo me desnudaba su miembro se le comenzaba a poner duro debajo de las braguitas femeninas que llevaba. No me pude resistir a tal encantamiento de serpiente a lo que acudí a sacar mi arma, bajarle las braguitas poco a poco y sentarme sobre sus piernas para tener a los dos animalitos juntos. La sensación de masturbar mi polla con la de ella fue sensacional, mi frenillo rozaba el suyo en un vaivén de sensaciones que eran demasiado fuertes, aunque me aguanté varias veces, no podía evitar sentir ganas de correrme.
Os lo recomiendo a los principiantes, rozar las pollas no tiene comparación.