lunes, 19 de diciembre de 2011

El pene y sus formas 1a parte


El pene y sus formas 1a parte:

La forma tiene una estrecha relación con el volumen. El pene de cada hombre es tan personal como su carácter. Si en su composición además incluimos la bolsa escrotal con los testículos, tenemos un conjunto muy característico. Cada hombre cuenta con unos genitales únicos. Por ejemplo, un pene grande, largo y voluminoso, puede estar acompañado de unos testículos muy pequeños. O al revés, un modesto miembro puede contar con un par de robustos testículos. También podrían coincidir un buen par de pelotas con un pene prominente, o los testículos pequeños al igual que el miembro... En cualquiera de los casos, el tamaño y la forma del pene dependen en gran medida de la herencia genética. De manera que cada hombre tiene lo que le ha tocado en el reparto genético y, sea lo que sea, ha de intentar aceptarlo positivamente y sacarle el mejor provecho posible. Cualquier situación tiene sus ventajas e inconvenientes.
Algunas cuestiones que también plantean los pacientes tienen que ver con la dirección que sigue el miembro en estado de erección. Pocos penes son rectos o perfectamente curvilíneos. Tampoco los testículos son simétricos ni idénticos. El falo suele mostrar alguna asimetría e incluso puede curvarse en algún grado. Así, algunos penes están curvados hacia abajo y otros hacia arriba, hacia la izquierda, la derecha, o en alguna otra dirección. Con poca frecuencia, vemos casos muy extremos de curvatura; penes cuya curvatura es tan acusada que imposibilitaba la penetración. Está claro que se trata de una situación inusual, se estima que afecta de 1 a 4 de cada 1.000 varones de 40 a 60 años. Lo mismo puede ocurrir con penes muy robustos. Puede que no sean demasiado largos, pero son lo suficientemente anchos para que no sea fácil la penetración.