
Hola, me llamo Kimberly, bueno en realidad mi nombre es Erik, pero de niña me llamo Kimberly, este relato cuenta la primera vez en que salí a la calle de niña y volví hecha una mujer.
Ese día me levanté y me depilé toda, estaba muy cachonda y necesitaba calmar mis ganas, llevaba un año vistiéndome de niña y no me habían hecho mujer, siempre me vestía, pero en mi casa, cuando no había nadie, hasta ese día… decidí salir a la calle.
Caía la tarde y mientras llegaba la noche me vestí lo más sexy que pude, quería que me dijeran cosas que me vieran el culito, que me morbosearan, me di una ducha y me apliqué crema humectante en todo el cuerpo, y luego una crema Paris Hilton cubriendo mis piernas, mis nalgas, mi concha, mi cuello y mis senos, luego me puse un hilo rosadito de florecitas que se amarra a los lados, un sostén rosa que le hace juego, me puse unos jeans súper ajustados que hacía poco había comprado y que eran de tubo y desgastados atrás y en las piernas, me quedaban súper lindos, me apretaban la conchita, pero eso era lo que quería, porque se que a los hombres entre más apretado esté todo, mejor...